lunes, 20 de enero de 2014

Capítulo 2: Tu llegada a mi corazón

Diablos... ¡Ese recuerdo no paraba de atormentarme! Movía mi cabeza de un lado a otro para intentar olvidarlo, pero, no servía para nada, esa estupidez seguía en mi mente. Aunque... Ahora que lo pienso... Nadie nunca me había tratado de esa forma... Podía sentir como era querida por alguien, ese sentimiento llamado felicidad... ¿De verdad existía en mí? Mis razonamientos fueron interrumpidos por una serie de lágrimas que salían como cataratas enfurecidas por mis mejillas—. ¿Por qué?... ¿Por qué me siento así?—me pregunté sin hallar respuesta alguna. En estos momentos desearía que alguien estuviera a mi lado y me animara, pero, en mi realidad no existe eso. Me aferré a mi almohada mientras ponía la canción Kimi no... Sakura cantada por Hatsune Miku. Poco a poco, mis ojos se fueron cerrando hasta quedar completamente dormida, aun teniendo lágrimas en los ojos.

 _***_

Me encontraba sentado en el sofá del salón perdido en mis pensamientos ¿Acaso fui muy precipitado a la hora de declararme? Por lo que pude apreciar en su rostro aquella vez, expresaba sorpresa y confusión. Ella... Simplemente nunca he conocido a una chica tan sencilla y nada superficial. Recuerdo que se me suelen declarar tres chicas por semana y ninguna de ellas cumplía mis expectativas, hasta que tú entraste a nuestra clase...

Aquel día tu cara no expresaba ni miedo ni vergüenza; sino odio y desprecio. En mi mente me preguntaba el por qué ese sentimiento hacia todos. Mientras que los chicos te miraban con lujuria, las chicas te criticaban. Sin embargo, no entendía el odio de las jóvenes contigo, no tenías pinta de regalada ni tampoco de creída, es más, juraría que te tenían celos; de no poder tener tu personalidad, tu belleza, tu encanto y tu carisma, en general... Todo. Las horas pasaban y el timbre indicó la hora de salir al tan deseado recreo, sin embargo, tú cogiste un MP3 junto con tu merienda, para luego, observar el paisaje y empezar a comer. Muchos fueron los que te miraron con rareza, mas yo solo te miraba con preocupación. Esperé a que todos se fueran para ambos quedáramos a solas, me acerqué a ti, pensando en lo que podía decirte—. Hola, ¿cómo te llamas?—te pregunté con nerviosismo, pude observar como tus orbes esmeralda me miraban de forma extraña.
—Soy Amy Rose... —estuve a punto de contestarte, pero tu aterciopelada voz no me lo permitió—. ¿Por qué me hablas?—me cuestionaste con una mirada paralizante, haciéndome la tarea de responderte más difícil de lo que ya era.
—Pues, eres nueva y aún no conoces a nadie, pensé que podría...—pusiste tu mano delante de mi cara para detener mi conversación.
—¡Para!—exclamaste—. Por favor... No sigas...—dijiste entre pequeñas lágrimas que amenazaban por salir de tus cristalizados orbes.
—Pero...—una vez mas me callaste con tu mano. Vi como te levantabas para luego decir estas últimas palabras.
—No quiero hacerte daño... Ni a ti ni a nadie—susurraste, para seguidamente salir corriendo y dejarme en la soledad.
Ese día, entendí que eras alguien especial, que, en tan poco tiempo, te hiciste dueña de mí corazón.


                                             CONTINUARA...

Recuerden dejar sus comentarios :3 es lo que me anima a escribir, sin ellos más me tardaré en subir el siguiente o incluso dejarlo, así que si pueden comentar por favor háganlo.
Sayonnara minna~

lunes, 13 de enero de 2014

Capítulo 1: ¿Vida perfecta? No lo creo

Venir de familia adinerada, no hace que tu vida sea feliz; ser una chica de buen ver, o eso es lo que todo el mundo me dice, tampoco me da lo que ansío; ¿entonces? ¿Por qué dicen que mi vida es perfecta cuando no lo es? Si para ellos tener riqueza y belleza es la llave de la felicidad, para mí no lo es.
Dejé mis pensamientos a un lado, ya que las clases habían finalizado y quería alejarme lo más rápido posible de esa cárcel a lo que llaman instituto. Saqué mi MP3 de la mochila y seleccioné la canción Something about us de Daft Punk—. Mi vida no sería nada sin la música—pensé. Este era el único método por el cual podía escapar de la realidad y entrar en mi pequeño mundo de fantasía, en donde me sentía encajada y liberaba todos mis sentimientos. Los minutos transcurrían al igual que las canciones, sin darme cuenta ya me encontraba en la puerta de mi hogar; muchos dirían hogar dulce hogar, pero, que tus padres estén discutiendo cada dos por tres sin importarles si estoy ahí o no, no me parece muy dulce. Subí las escaleras que llevaban hasta mi habitación, coloqué mi mochila en el suelo junto al escritorio y me tumbé bruscamente sobre la cama mientras analizaba cada cosa que me ha pasado hoy, hasta que recordé aquella escena...

Era la hora de recreo, todos estaban en el patio excepto yo, que estaba dentro de la clase, observando el paisaje a la vez que escuchaba música. Todo era normal hasta que aquel erizo abrió la puerta del aula, era un joven de pelaje azul y ojos verdes claros, por su expresión se podría decir que era alguien decidido. Él se acercó a mi con delicadeza hasta que nuestros rostros estaban delante del otro.

—Amy, ¿puedo hablar contigo? —yo le dediqué una mirada amable haciéndole entender una respuesta afirmativa.

—Sé que muchos te han dicho esto, pero yo no voy a darte ningún regalo material para que comprendas lo que siento... Ni voy a salir contigo por tu belleza... Lo que en realidad me atrajo de ti fue tu personalidad, que aún siendo fría tienes un grán corazón... Es por eso por lo que... Te amo —aquellas palabras hicieron que me sorprendiera al instante, pero puede que haya sido todo una farsa... Aunque... Su mirada y el tono de voz me indicaban que me equivocaba.


                              CONTINUARA...

Bueno, llevó mucho tiempo sin escribir aquí, pero la historia no me convencía y decidí reiniciarla, por favor dejen sus comentarios ya que es lo que me ayuda a seguir, sin ellos, tristemente tendría que dejarlo, así que no se olviden por favor.

Sayonnara minna~